ICED. Una visión crítica de la Ley de Extranjería de Estados Unidos

 

En 2008, ICED vio la luz como un videojuego serio elaborado desde una perspectiva crítica con las injusticias cometidas por la ley de inmigración de los Estados Unidos. La organización Breakthrough, dedicada a la defensa de los derechos humanos, decidió la creación de un videojuego que, bajo la marca independiente Garage Games, ofreciera una visión realista de las leyes americanas. Su título, ICED, representa las siglas en inglés del lema “puedo detener la deportación”, y puede descargarse de forma gratuita a través de internet.

En su diseño participaron estudiantes de Secundaria de Nueva York, miembros de comunidades de inmigrantes o abogados especializados en casos de deportación quienes, con las historias que habían vivido en primera persona, proporcionaron un perfil real a los personajes a escoger en el juego.

La primera opción, antes de jugar, es la que elección del personaje con el que se va a jugar. Se trata de cinco inmigrantes, cada uno con un perfil diferente, pero adaptado a problemáticas reales que se han dado en Estados Unidos.

Anna es una joven de 20 años y origen polaco, huérfana de padre y madre al morir estos en un accidente cuando era una niña. Fue condenada a los 13 años a trabajos en la comunidad por fumar marihuana. Ya en su adolescencia, cuando creía superado su pasado, fue detenida e internada en un centro de detención para inmigrantes (jail) por un delito que ya había purgado.

Suki es un joven de 23 años y origen japonés que ha llegado a Estados Unidos para estudiar en la Universidad de Cornell, pero que está en peligro de deportación ya que no tiene actualizado su visado según exige la ley.

Ayesha es una joven de 16 años de origen indio que fue detenida por el FBI e internada en un jail a miles de kilómetros de su casa, ya que el Gobierno americano asegura que es una amenaza ante la evidencia de que planeaba un atentado suicida.

Javier es un joven mexicano de 20 años, que vino a Estados Unidos con cinco años, cuando sus padres lograron un visado temporal para una visita a unos conocidos. Decidieron buscar un trabajo y quedarse en el país, y ahora Javier es un indocumentado.

Marc es un joven haitiano que huyó de su país por la represión, que provocó la muerte de varios de sus familiares, y encontró la esperanza en el Ejército de Estados Unidos para regularizar su situación. Sin embargo, le enviaron a la guerra de Iraq, que le cambió la vida.

El juego comienza con el siguiente mensaje de texto: “Desde 1996, cerca de 2 millones de personas han sido deportadas de los EE.UU. Nadie está a salvo de la deportación (enfermos y ancianos, mujeres embarazadas, familias, titulares de la tarjeta verde e incluso personas que escapan de otros países donde podrían haber sido torturados o asesinados por sus creencias).

Ahora mismo, hay cientos de miles de inmigrantes detenidos en condiciones horrendas. No tienen idea de su destino. No tienen acceso a un proceso judicial justo. Ellos no tienen los mismos derechos que los ciudadanos estadounidenses tienen. ¿Son estos valores los americanos? Es un mito que la detención de inmigrantes da más seguridad a Estados Unidos. De hecho, la detención de inmigrantes destruye familias y destruye sus vidas”.

Con el personaje escogido, el juego comienza a desarrollarse en una ciudad norteamericana, donde debes moverte entre las calles, parques y edificios. Desde el principio del juego debes ir ganando niveles de libertad (estrellas) y evitar coger niveles de riesgo (gorras de policía). Este balance se mide con dos tipos de pruebas que te encuentras a lo largo del camino en forma de iconos: bombillas y manos.

Las manos representan buenas acciones cívicas. Al ir cogiendo los iconos de las manos, el personaje va desarrollando acciones sociales tales como plantar un árbol, adoptar una mascota, donar sangre, dar dinero a un mendigo, reciclar o escribir a un congresista. Con ellas, ganas puntos de libertad.

Las bombillas representan preguntas que el juego va haciendo al usuario a medida que avanza en el mismo. Se trata de afirmaciones con tópicos sobre la inmigración irregular que hay que responder pinchando en mito o verdad.  El juego pregunta si los inmigrantes pagan impuestos como los demás; si trabajando duro puede evitar ser detenidos por delitos insignificantes; si las familias con niños están a salvo de la deportación; si todos los inmigrantes son negros de países pobres o si el aumento de la presión policial supone un descenso del número de inmigrantes. Responder de forma correcta te irá avanzar hacia la libertad o ganar puntos de riesgo.

Cada nuevo punto de riesgo supone un nuevo policía que te está buscando por la ciudad. Su ubicación y movimientos las puedes ver en un mapa que aparece sobre la pantalla, que te servirá de guía para evitar que seas detenido.

A ello se suman otro tipo de acciones con las que el juego pone a prueba el civismo del personaje. Así, debes evitar comprar DVDs a un inmigrante en un ‘top-manta’ para que no te relacionen con la actividad ilícita, aunque después un mensaje te especifica que los inmigrantes se ven obligados a desempeñar este tipo de trabajos; debes evitar usar un spray que encuentras para pintar un graffiti, aunque luego un mensaje te explica que esos pequeños actos vandálicos apenas están penados, pero para los inmigrantes puede ser razón suficiente para su reclusión y deportación; o evitar coger una pistola, robar un coche o saltarte la valla del metro.

En otros casos, las acciones son más ambiguas y se prestan a la trampa. Por ejemplo, encuentras un expositor electoral y te la opción de votar. Si lo haces, te recuerdan que los inmigrantes no pueden votar en Estados Unidos, y que si lo hacen, puede ser motivo para su deportación. Se pregunta, además, por qué no pueden votar y, sin embargo, sí pueden ingresar en el Ejército.

También encuentras un expositor de reclutamiento militar. Si aceptas ingresar en el Ejército, te explica que es usado por el Gobierno para buscar comunidades de inmigrantes, además de dar falsas promesas de nacionalización.

En el momento en el que un policía te detiene, pasas a un segundo nivel del juego, el centro de detención o jail. Si logras demostrar con éxito tu civismo y bien merecida nacionalización, el juego te reconduce igualmente a la prisión, al objeto de que conozcas cómo es por dentro la reclusión de inmigrantes.

Detención

Esta nueva fase del juego comienza con el siguiente mensaje de texto: “Acabas de unirte a decenas de miles de inmigrantes que están encerrados y luchando contra su orden de deportación. A pesar de que vienes de Nueva York, el Departamento de Seguridad Nacional puede enviarte a cualquier lugar. En este momento, estás en Louisiana, a cientos de kilómetros de distancia de tus amigos y familiares».

«Es posible que estés aquí cinco meses, o podrías estar cinco años. Es posible que haya abogados gratuitos en el tribunal penal, pero aquí no hay nada. Puedes renunciar a tu lucha y estar de acuerdo con un deportación voluntaria, pero luego no volverías a ver a tus amigos y a tu familia. Sólo tú puedes decidir si vale la pena. Si decides quedarte, debes evitar meterte en más problemas y mantener alta tu moral”.

Esta nueva fase del juego se desarrolla con el mismo sistema que la anterior, pero en el interior de un jail o centro de detención de inmigrantes. Te encuentras directamente con recomendaciones que te hacen rehusar acciones, tales como no comer o no ducharte por la mala calidad de los servicios o no comprar en máquinas expendedoras por sus precios abusivos.

Tampoco puedes llamar por teléfono ni a tu abogado ni a tu familia porque el coste es mayor de lo que te puedes permitir. La interacción con algunos items te remiten información, como, por ejemplo, sobre el hacinamiento en estos centros o sobre casos reales de torturas.

El juego pretende ejercer también sobre el jugador la sensación de presión que estos centros provocan en los inmigrantes, dándote constantemente la opción de una deportación voluntaria, lo cual conduce de forma directa al Game Over.

También aquí debes ir hacia la victoria respondiendo a preguntas (por ejemplo, es un mito que la mayor detención de inmigrantes sea un alivio para la economía estatal) y buenas acciones (por ejemplo, debes ignorar los abusos verbales de los policías).

Por cada acción negativa que realices (intentar escapar, pelearte…) serás recluido durante un tiempo en el “agujero”, lo que hace que la pantalla se vuelva negra durante varios segundos sin dejarte opción a moverte. Luego apareces centro de una celda de aislamiento, de la que ya te permite salir.

No conducir tu personaje hacia el buen comportamiento hará que, cuando llegue la audiencia, seas deportado y pierdas el juego. Hacerlo bien, te convertirá en un ciudadano ejemplar y, pese a ir a la audiencia sin abogado, hará que te concedan la nacionalidad.