Los estudios científicos siguen demostrando en los últimos tiempos las ventajas que puede representar el uso de videojuegos para determinados cuadros clínicos. En esta ocasión, ha sido el turno de Tetris, uno de los videojuegos más determinantes de la historia del género, que vuelve a la palestra en virtud de sus bondades para la cura del ojo vago.
El juego, basado en una lógica de composiciones geométricos con objetos en caía y a contrarreloj, nació en la extinta Unión Soviética en 1984 conjungando en su nombre el prefijo numérico griego tetra y tenis, deporte idolatrado por su creador, Aleksei Pázhitnov.
Ahora, treinta años después, investigadores de la Universidad McGill de Montreal (Canadá) han encontrado evidencias de que el mítico videojuego puede resultar beneficioso para el tratamiento de la ambliopía, enfermedad visual conocida como ojo vago que padece el 4% de la población mundial.
Se da la circunstancia de que esta dolencia, a la hora de ser tratada, se ha encontrado con la frustración de que la medicina no ha encontrado otro procedimiento más eficaz que parchear el ojo sano por intervalos de tiempo, para incentivar la actividad del globo ocular enfermo.Los científicos canadienses han utilizado ahora un visor especial para mostrar la pantalla de juego dividida en dos partes, obligando de esta forma a que los dos ojos interactuaran. Mientras que uno puede ver las piezas que van cayendo el otro sólo puede observar las que ya han caído.
Este método, en el que el uso del videouego resulta meramente incidental, es especialmente efectivo en niños, que muchas veces deben sufrir el impacto psicológico de llevar un parche puesto durante varios meses.
Los resultados del experimento canadiense, publicados en la revista Current Biology, han sorprendido a los expertos por la eficacia que demuestra el uso de Tetris con pacientes de ojo vago.
La distribución de la información visual entre los dos ojos de forma complentaria, permite que el videojuego los hago trabajar juntos, algo que revoluciona el planteamiento curativa planteado hasta ahora con los parches, que limita el ejercicio al ojo enfermo. Además, esta fórmula proporciona evidencias directas de que el alivio de la supresión del ojo más débil aumenta el nivel de plasticidad del cerebro y permite que el cerebro ambliope vuelva a aprender.
El estudio realizado con Tetris se llevó a cabo con una muestra de 18 adultos que padecían ambliopía, de los que nueve jugaron monocularmente con el ojo más débil, mientras que el ojo más fuerte fue parcheado y los otros nueve jugaron con cada ojo viendo una parte separada del juego.
Después de dos semanas, el segundo grupo mostró una mejora dramática en la visión del ojo más débil, tanto en 3-D como en la percepción de profundidad.