Convertir en un juego la obligación de esperar a que el semáforo se ponga en verdad es otro de los logros alcanzado por una estrategia de gamificación. En este caso, se trata de un diseño creativo realizado por un equipo de estudiantes, que convirtió la espera en el semáforo en simpáticas partidas de ping pong.
La idea partió en 2012 de Amelie Künzler y Sandro Engel, dos estudiantes de diseño interactivo de la universidad alemana Hawk, los cuales instalaron en la ciudad de Hildesheim un prototipo de su estrategia, para el que se valieron de la ayuda de un equipo de desarrolladores de tecnología. Se trata de un botón de cruce peatonal que permite a los viandantes jugar al ping pong con otro peatón que se encuentre al otro lado, mientras esperan que el semáforo cambie a verde.
Su idea fue tan viral que han conseguido llevarla a la práctica en un paso de peatones situado frente a la Universidad. Sus jóvenes creadores le han dado el nombre de streetpong, y se ha convertido en una exitosa estrategia gamificada en la pequeña ciudad alemana. La conducta positiva de esperar al semáforo en verde se ha convertido ahora en una conducta deseada, agradable, sin que nadie la haya impuesto, y casi sin darse cuenta.
El juego, en el marco de una estrategia bien diseñada, es nuevamente el culpable de que esto sea así. Además, al tratarse de partidas que se juegan contra desconocidos que están al otro lado del semáforo, permite incluso conocer a gente, como afirman sus desarrollares.