La violencia presente en los videojuegos es uno de los argumentos que, frecuentemente, más se ha utilizado en su contra, sin que dicha denuncia se contemple desde un mismo prisma en otras artes como el cine o la literatura. Los serious games han tomado aún poco partido en este ámbito, y uno de los videojuegos que lo ha hecho con más éxito es, sin duda, Valiant Hearts: The Great War.
A medio camino entre serious game y videojuego lúdico, se trata de un point and click desarrollado por Ubisoft que lleva al jugador a la Primera Guerra Mundial mostrando los horrores de la guerra desde una perspectiva más realista y psicológica, sirviéndose de un constante apoyo de documentos y textos que ilustran la historia.
Para ello, mete al jugador en el juego a través de cinco personajes: una enfermera belga, un soldado alemán, un soldado americano, un intérprete francés y un perro. A través de cada una de estas historias, el jugador va penetrando, casi sin darse cuenta, en la atrocidad de la guerra, viviendo en primera persona la angustia de situaciones habituales en las guerras, como no poder salvar a un ser querido.
La interiorización a través de un juego de los horrores de la guerra es uno de los grandes triunfos de este título, que permite a través de los tan denostados videojuegos, ofrecer un aprendizaje al jugador sobre el horror de la guerra difícilmente conseguible en otro arte.
Otro de los elementos de valor de Valiant Hearts es su valor didáctico, ya que muestra historias reales que sucedieron en la Primera Guerra Mundial, ahonda en personajes famosos de la contienda, como las enfermeras voluntarias y pone al jugador delante de dramas personales y familiares, mediante historias que se van cruzando en el argumento.
Un juego valiente, atípico y conmovedor que se sostiene también sobre un concept art de gran belleza.