La conciencia social es uno de los grandes logros que proporcionan los serious games. En ello incurre Bordergames, un proyecto de arte colaborativo que se basa en una red de trabajo construida a partir de una serie de talleres, un editor y motor de videojuegos libres y gratuitos diseñados con código abierto, que permiten a jóvenes construir , colectivamente un videojuego a partir de su experiencia inmediata con el entorno donde viven.
Se trata de una plataforma puesta al servicio de jóvenes inmigrantes para que puedan contar sus historias y vivencias y que puedan ser vividos por otros jugadores. El resultado es un videojuego de multicreación elaborado a raíz de los problemas de integración social de la comunidad inmigrante.
El videoguego plantea la intensificación y negociación de las fronteras, tanto físicas, como simbólicas, culturales, de género, de clase social, etnia, identidad cultural, etc… El objetivo del juego es trabajar en red las múltiples fronteras de la vida diaria de las ciudades y otros entornos a través de una herramienta de trabajo cercana y atractiva a las jóvenes actuales como son los videojuegos.
Bordergames consiste en un escenario, que se desarrolla en el barrio madrileño de Lavapiés, y una serie de personajes y situaciones que se van plasmando a través del motor de juego Crystalspace, que une todo lo demás en un entorno interactivo.