La capacidad que tienen los serious games para tener efectos deseables en el mundo real es cada vez más asombrosa. Y un ejemplo de ello es Tilt World, un videojuego desarrollado por XEO Design, en el que los avances que el jugador vaya experimentando se van traduciendo en la plantación real de árboles en una zona en fase de reforestación de Madagascar.
Ello se logra gracias a las monedas que el jugador consigue a medida que va ganando en el juego, las cuales están vinculadas a un metro que cada jugador aporta, hasta llegar a la cima del millón de árboles a plantar en dicha zona… sólo jugando.
En Tilt World, el jugador controla a un pequeño lagarto llamado Flip inclinando el dispositivo de iOS en las cuatro direcciones. Varios elementos caen del cielo, y el jugador tendrá que situar a Flip en la parte superior, inferior o a ambos lados, dependiendo de qué tipo de elementos estén cayendo, ya que también hay elementos contaminados que hay que evitar.
Tilt World cuenta con quince niveles y tres ambientes. Para restaurar la luz del sol en Shady Glen (el lugar simbólico que plantea el videojuego), el jugador deberá ayudar a Flip a comer el carbono que va apareciendo en la pantalla , los hongos de las plantas para desintoxicar el suelo, reciclar tapones de botellas, capturar luciérnagas como fuente alternativa de energía para hacer crecer las plantas jóvenes y, en última instancia, resolver el misterio de la plaga.
Y todo ello sin utilizar ningún mando, sino únicamente inclinando la pantalla del dispositivo.
El mundo real necesita ayuda y concienciación del ser humano, y videojuegos como este ayudan a construir un mundo mejor.