Generalmente, convivimos con situaciones complejas ante las que no somos plenamente conscientes. Este es uno de los usos que está poniendo en valor en los últimos años el mundo de lo serious games, el de la sensibilización social. En este ámbito, un estudiante escocés de game design ha removido las conciencias del mundo con Forget Me-Knot, un videojuego que hace al jugador sentir experiencias similares a las de un enfermo de Alzheimer.
El juego comienza en un salón, aparentemente, el salón de tu casa. Pero las cosas comienzan a no funcionar bien desde el principio. Por cada objeto que el jugador puede reconocer hay otro que no reconoce. La atmósfera del juego y el enigma de la dificultad de reconocer cosas cercanas plantea desde el principio una sensación similar a la de un survival horror.
Sin embargo, es algo mucho más cercano a la realidad del día a día que nos rodea, y que experimentan los enfermos de Alzheimer. El jugador no tiene que escapar de zombies ni de asesinos, sino que tiene en el juego el objetivo permanente de reconstruir sus recuerdos, y recuperar los cimientos de su vida que, por culpa de esta terrible enfermedad, apenas recuerda.
El joven Alexander Tarvet ha tenido un amplio reconocimiento mundial con un serious game que ha diseñado para aumentar la conciencia hacia los que sufren la demencia. El jugador, desde el principio, tiene una sensación permanente de confusión. Para ello, debe ir explorando las habitaciones, reconstrucción acontecimientos mediante la comprensión de fotos y cartas y a través de pistas dejadas en estantes o en cajones.