Los videojuegos dan placer, de ello no cabe duda. Nos resultan agradables y estimulan emociones de todo tipo. Pero que puedan llegar a proporcionar placer sexual es algo verdaderamente impensable. La desarrolladora americana Jennifer Chowdhury se propuso crear un videojuego que pudiera reportar placer sexual a una pareja, además de ayudarla a mejorar su comunicación corporal.
Chowdhury se detuvo ante este reto cuando tuvo conocimiento del fenómeno conocido como gamer widowhood (la viudedad del jugador), según el cual los videojuegos acaban generando ruptura de comunicación y de empatía sexual entre las parejas por la cantidad de horas que dedican a abstraerse en los mismos.
El resultado de su desafío fue Intimate Game Controllers, un videojuego que ayuda a las parejas a mantener una fluida comunicación corporal, por niveles, obteniendo con ello placer sexual.
Para ello, Jennifer Chowdhury diseñó dos controladores insertados en prendas íntimas: un sujetador con seis sensores para la mujer y un calzoncillo con otros seis sensores para el hombre. El juego plantea el reto de activar los sensores del otro mediante diferentes acciones cuya intensidad va de menos a más, a medida que se van superando niveles.
En la posición de juego, el hombre se coloca pegado a la espalda de la mujer. En pantalla van apareciendo unos objetos que deben ser pulsados a través de los distintos sensores. El juego cuenta con tres niveles: En el cine, Primera Cita y Primer Beso, en cada uno de ellos, las zonas de los sensores y la intensidad de su uso se va ampliando para generar cada vez más placer.
Una meta deseada por los dos jugadores que, a buen seguro, encontrarán en este título una ruptura para cualquier barrera que pueda existir en sus vidas sexuales.